martes, 17 de julio de 2012

Confianza...

Resulta que en mi país siempre ha habido problemas con los certificados de nacimiento, carnets de identidad, carnet de votación y cualquier otro certificado que implique a alguien (muy generalmente mal humorado y algo ignorante) escribiendo el nombre de cualquier otro alguien (más o menos despistado). Desde que a mi mamá le dieron a vuelta sus nombres, no me confió de ningún oficial de registro civil. 
El caso es que, como para cubrir esa terrible falta, en caso de duda, cualquier oficina civil te hace valer un certificado de bautismo como prueba de que tu nombre o apellido se escribe así y no asá. Se parte de la premisa  de que los sacerdotes, en especial en la época de mi abuelita, sabían escribir mejor que cualquier zoquete oficial de registro civil (o su ayudante).
Siendo así la cosa, cuando me dijeron que el nombre de mi mamá estaba mal escrito en mi certificado de confirmación, me confié en que el nombre estaría bien escrito en el certificado de bautismo. Pero resulta que, encima que me hicieron esperar un día para imprimirme un pinche papel con los datos tales, ¡¡NO HAY LA MITAD DEL NOMBRE DE MI MAMÁ Y MI PAPÁ!! 
Mis papás tienen ambos dos nombres y dos apellidos y en el tal certificado y en el libro de la parroquia solo aparecen con un nombre y un apellido (como huerfanitos). Ahora, queridos lectores, ¿Que rayos se supone que haga con el nombre mal escrito de antes? La gran solución de la secretaria de la parroquia fue hacer otro trámite en el arzobispado y volver a la parroquia (supongo que tendré que pagar por otro certificado más). 
Me lleva la cachetada...

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