lunes, 16 de julio de 2012

Familia

Estoy cansada, mucho mucho muy cansada. Tuve un día de esos en que, como mi mamá dice, una se pregunta para qué se levantó. Largo, pesado, lleno de cosas que salen al revés...me alegro de que ya esté terminando.
Sólo hubo una cosa buena en mi día (sin contar llegar a mi casa al fin, encontrarme a mi sufrido novio y lanzarnos al sofá a ver tele). ver a mis primos. 
Aclaremos primero que tengo mucha familia, demasiada para mi gusto la mayor parte del tiempo. De todos esos parientes, podemos hacer tres grupos:
1) Los que me detestan, por cualquier razón (la más común es que no pienso igual que ellos, sea el tema que sea), y son detestados por mí.
2) Los que me son completamente indiferentes. No me hago lío de verlos o no verlos...y lo inverso también es cierto.
3) Los que amo con todo mi corazón y me encanta ver siempre que llegan.
Esa última categoría está compuesta mayoritariamente por primos hermanos y por tíos que no son tíos. Hoy vi a dos de mis primos favoritos después de...mmm...unos 4 años o más. Definitivamente, son geniales. 
Lo malo es que mi prima se va en una semana, mi primo se quedará algo más, pero no lo suficiente. De todas formas, aún podremos ver el estreno de "Batman". 

p.d. Últimamente, me tardo mucho más en escribir mis entradas. Una parte es que se me acabala imaginación (Mente de Meli: Sí, mejor dedícate al cacho...) y la otra es que algunas teclas no están en el lugar que deberían. "Paquita", siempre te extrañaré.

No hay comentarios: