martes, 3 de julio de 2012

Sonrisa de evento

Muchos años de mi vida (la mayor parte, para ser honestas) tuve los dientes torcidos. ¿Por qué no fui hace años a un ortodoncista? Simple: Miedo...y mucha flojera. El caso es que hace más de 3 años, mis amados padres lograron llevarme (con engaños, valga la aclaración) al bendito Experto en el Arte del Dolor II.
Revisando ahora mis memorias de aquellos lejanos días, me doy cuenta de que estuve más (mucho, mucho más) de 14 meses con esos fierros espantosos en mi boquita. Tanto, que ahora que me los sacaron, como que los extraño un poco.
No me quejo, quedé con una sonrisa casi perfecta (la verdad, tengo los dientes un poco grandes como para tener una sonrisa perfecta), pero hay algo raro en la sonrisa que me quedó sin los brackets. No que sea fea, pero siento que es algo incongruente conmigo...no sé, como que no "combina" con mi cara, o algo así. Es como si me hubieran pegado la sonrisa escalofriantemente perfecta de otra persona...

2 comentarios:

MarceLezcobar dijo...

:P aun estoy en debate interno sobre si quiero o no quiero verte sonreir .... justo esa imagen de Merlina es la que vi ... y da mello!

Meli dijo...

Jajajajaja...tranquila, trataré de no verme tan aterradora :D