Veamos, si hoy es 29, resulta que hace dos días me dio un ataque de pánico (bien disimulado, espero) porque caí en cuenta de que FALTAN 3 MESES PARA MI BODA!! De hecho, ya es menos tiempo que eso. Considerando la cantidad de cosas que aún nos faltan hacer (o al menos, planear), creo que mi ataque de nervios es comprensible y hasta justificable.
De todas formas, poniéndome nerviosa no saco nada (creo), así que trato de distraerme de los nervios pensando en otras cosas (porque organizarme para hacer todas esas cosas no sirve para nada, ¿no?), por ejemplo los nuevos "platos" que mi mamá compró para mis perritos. Siempre he confiado en el buen juicio de mi mamá, muy especialmente en lo que se refiere a asuntos domésticos (digo, tienes muchos años de experiencia y eso), pero debo admitir que esta vez me hizo dudar. Es la primera vez que veo que una maceta de plástico es confundida con un plato para perro.
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