Celebrando el amor (enemigos de las cursiladas, están advertidos)

Hoy, 16 de noviembre de 2008, cumplo 3 años de noviazgo con mi sufrido novio, y conste que digo "noviazgo", así con esas letras, porque para nosotros nunca ha sido una de esas relaciones de "jueguito" en que terminan y vuelven indefinidamente mientras las dos personas se lastiman mutuamente queriendo o sin querer de la peor manera (vamos, además que a estas alturas del baile ya se puede considerar hasta por los más escépticos una relación seria con todas las de la ley).

El punto es que he tenido tres años de felicidad con la persona que más quiero, y hoy lo fuimos a festejar como la situación lo amerita. Así que nos mandamos a un almuerzo en un restaurante de esos "super bien" (de veras que es de los mejores de por acá), nos atragantamos de buffet (ok, eso no fue elegante, pero valió la pena). Yo comí tres platos de mariscos, ravioles y pollo, cerdo y muchos carbohidratos, además del postre. Mi sufrido novio comió como cinco platos de ceviche y varias cosas más y el sagrado postre. Total: mucha mucha mucha comida, y mucho sueño para mí provocado por el atracón de mariscos. De todas formas valió la pena.

Después de eso, nos fuimos comprar películas a la Cancha. Para los que no son de Cochabamba o la conocen, les explico: es una especie de mercado que cubre varias calles de la Zona Sur de la ciudad y donde encuentras de todo. Lastimosamente, no es un lugar que esté precisamente cuidado y ordenado, yo estaba con tacones y para rematarla acababa de llover. Aún así, nos mandamos para allá, compramos diez películas (aunque recuerdo que cuando acepté dije que sólo compraríamos una...para ser sufrido, mi novio sabe bien como marearme la perdiz).

Regresamos a mi casa, y como yo estaba medio lela por comer tanto marisco (una cuestión de sales y fósforo y no sé que más que hace que te mueras de sueño si te comes a los camaroncitos y Cía.) pues la sesión de pelis se pospuso hasta que estuviera lo suficientemente despierta, que fue como dos horas después. Entonces sí, nos calamos "Get Smart", o en castellano "Super agente 86" (ese agente medio lelín pero muy capo que tenía un zapato celular). Reí a gritos (los que me conocen en vivo y en directo recordarán sin duda mi retumbante y potente risa). Después de eso charlamos de todo un rato más y luego...pues Romeo tenía que volar a su casita.

Resumen: fue un gran día ¿quién necesita celebraciones rebuscadas cuanto puede comer como una bestia habrienta, caminar como judío en tacones, cabecear dos horas de sueño y después reír como loca?

Muchas felicidades, oh sufrido novio mío al que tanto amo.