viernes, 14 de noviembre de 2008

Me quejo de no hacer nada y después le huyo al trabajo...

Así como lo leen: me he pasado quejándome de que no hago nada, que mirarme todo el día el ombligo me aburre, que tengo que buscarme un trabajo para no morir de inactividad (raro, y dicen los chapacos que nadie se murió nunca de mucho descansar...), pero llegado el rato de hacer algo "productivo" ¡le huyo, lo dejo para último rato, y lo dejo por ahí mientras vagueo!
¿Verdad que estoy loca? Oh sí, preciossso, estoy como las cabras. En este momento debería estar escribiendo una pieza que me pidió (casi rogó) mi sufrido novio, de cerca de tres minutos de duración para un corto. Tengo que terminarlo para mañana hasta las 0900 hrs. como máximo y apenas tengo como 20 segundos de música...y qué estoy haciendo? Estoy dando vueltas por Harry Latino, buscando como una obsesa la fecha de estreno de "Crepúsculo" en Bolivia (lo más probable es que pronto escriba una entrada sobre eso, de veras me quedé obsesionada), leyendo la lección de Pociones para el examen de mañana y escribiendo en mi blog, quejándome de que le huyo al trabajo...no digo que estoy loca?
A lo mejor, todo este asunto de componer (o descomponer, o asesinar directamente) sería más sencillo si fuera como Mozart, que escribía todo directriz y jamás cambiaba una nota porque todo estaba perfecto. Mi estilo de "trabajo" se parece más al de Beethoven, que escribía y reescribía como un millón de veces hasta que quedaba perfecto, sólo que con dos pequeñas e insignificantes diferencias en mi caso:
1. Yo no soy un genio perfeccionista y con un gran conocimiento musical...yo le sigo poniendo notitas a ver qué suena mejor o tiene más "sentido".
2. Yo corrijo hasta que me canso, mando todo a cierta parte y lo dejo en la versión a la que llegué al cansarme...
Oh Musas!! acudid en mi ayuda!! decidme que debo hacer en este momento aciago!! ...así hago algo...y encima estoy tan poco inspirada que me copio frases de Les Luthiers!!

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