martes, 2 de agosto de 2011

Del dicho al hecho

¿Recuerdan lo que dije en la anterior entrada? Ok, es superior a mis fuerzas mantenerme cuerda y feliz en el trabajo, o me vuelvo loca y soy feliz, o me mantengo cuerda y consciente de mi mala suerte. No se puede ser las dos cosas a la vez, al menos en cuanto a trabajo se refiere. Sí, sé que apenas he estado ahí 8 días, pero me parece que han sido largos como años de tormento.
Hoy tuvimos una tarde especialmente ajetreada en la Oficina, aunque, definitivamente, la cereza del helado fueron un par de niñas que llegaron con su madre y dos amigas de la madre. Mientras las amigas charlaban alegremente, las mocosas daban vueltas por toda la oficina, levantando todo, urgando todo y ensuciando los escritorios con sus manitas llenas de grasa.
Debo tener más paciencia de la que creo, y ser más fuerte de lo que creo a pesar de mis quejas, porque a pesar de todo, logré sobrevivir a un día francamente malo, sin largarme a llorar y sin darle una buena palmada en las manitas a las niñas metiches. Tal vez, en otra circunstancia hubiera tomado la situación con algo más dle ligereza, pero después de lo que pasó con mi celu...lo siento, nadie se acerca a mi escritorio, gracias.
Y, por cierto, la nota graciosa: Añadí un nombre más a mi lista de "Nombres raros/crueles qe tiene la gente", que espero poder publicar algún día acá. ¿Quién le pone a su hija BENIGNA VACA?

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