Hace rato que no veía a Aredhel, y la verdad es que la extrañaba algo. Esa lefa tiene serios problemas, en especial en la forma en que escoje a sus amigos... Llevábamos un muy buen tiempo sin jugar nuestra campaña original y hoy, aprovechando el feriado extendido decretado por nuestro "amado" Presidente, nos sentamos a una larga tarde de roleada.
Somos un grupo numeroso (y eso que nos faltaba uno de los chicos, Blinder el Buscapleitos), así que nuestras sesiones suelen ser un caos total, y esta no fue la excepción. Todo comenzó cuando nos despedimos del Príncipe Amargado y sus leales seguidores y seguimos nuestro camino hacia una famosa escuela de Magos de Combate. De eso a amanecer todos en el cuarto de una posada y sin el más leve recuerdo de lo que había sucedido la anterior noche, hay sólo un paso.
Nos pasamos todo un día tratando de averiguar qué había pasado, por qué la Maga y yo parecíamos las chicas más populares de la ciudad, por qué dos tipos huían de las druidas, por qué el bicho con alas tenía marcas de golpes, y el montaraz tenía la espalda llena de arañazos, y qué rayos significaba la carta que tenía la maga. Una locura completa...y la explicación no es apta para todo público.
Me pregunto, como siendo tan tranquila en mi vida real, termino en un bar distinto cada vez que llegamos a una ciudad, con amigos que beben como si ni hubiera un mañana.
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