martes, 17 de agosto de 2010

Soñar despiertos


Acabo de volver del cine, y escribo esto antes de que se me pase la impresión...y de ir a jugar a salvar a la galaxia, claro (pronto, noticias sobre el final de Starcraft II). "Inception" (o "El Origen" como le pusieron en este lado del mundo) tiene uno de los argumetnos más increíbles que he visto alguna vez en el cine. Bien planeado, lógico y, a la vez, completamente loco y retorcido.
Pensé que "Matrix" sería lo más extremo que se podía hacer en cuanto a historias sobre dimensiones reales/imaginarias, pero parece que no contaba con la astucia de Christopher Nolan y Cía. "Inception" empieza de una forma muy rara, y la escena que sigue a ese inicio es más rara aún...y la que le sigue lo es aún más. Cuesta un poco cogerle la idea, hasta que uno se da cuenta de que, en realidad, todo lo que habías visto hasta entonces formaba parte del sueño de alguien. Cuando uno sueña, las cosas más raras tienen absoluta lógica (porque al despertar, uno se da cuenta de que esas cosas son demasiado fumadas para ser verdad), el subconciente hace de las suyas mientras el conciente está de paseo.
Pero, más allá de las explicaciones sobre lo que pasa por la cabeza cuando uno se desenchufa, está todo el drama personal del protagonista (Leonardo DiCrapio ha dejado de ser una cara bonita, realmente. ¡Qué actuación!), y, por supuesto, una aventura fumada contra el tiempo para hacer algo que parece imposible con la mente de la pobre víctima.
De veras, es una de esas películas que se hacen cada que pasa el cometa Halley, y vale la pena verla, es BUENÍSIMA (y no exagero). Definitivamente, será una candidata fuerte para los Oscares del siguiente año (y si no le dan algún premio, me convenceré de que la Academia no tiene idea de cine).

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