viernes, 8 de abril de 2011

Terapeando

Hace unos meses escribía sobre las veces que mis amigas y amigos me pedían consejo sobre sus vidas, o simplemente querían que los escuchara. Lo que no dije es que eso es algo que molesta a mi sufrido novio, no porque le quite tiempo a él o algo parecido, si no porque suelo meterme tanto el problema que vivo preocupada y triste o nerviosa como si fuera mío. A veces, mucha empatía no es buena, al menos para el que carga con las confidencias.
Ya llevaba un tiempo sin jugar a la Dr. Corazón, un papel en el que me veo metida con alarmante frecuencia, pero hoy me llamó una amiga para contarme su drama y...todo volvió a empezar. Lo grave es que esta vez me metí en el lío por los dos lados, porque conocía la "otra versión" de la historia de antes.
Pasa que no sé qué creer, pasa que no puedo confiar más que parcialmente en lo que me dijeron los implicados, pasa que mi consejo para ellos fue el mismo: "Dejen de lastimarse mutuamente y termínenla por lo sano". Lastimosamente, parece que cayó en saco roto, les entra por un oído y les sale por el otro, o peor, ni siquiera les entra, el consejo les da vuelta la cabeza y pasa de largo.
No quiero volver a verme metida en situaciones de "Pero si tú le dijiste, y por qué no me lo dijiste a mi si ya sabías y bla bla". Dado que, al parecer, no puedo ni aprenderé a negarme a escuchar a las personas, voy a establecer una nueva política en mis sesiones de consejos, basada en los siguiente puntos (Estimados pacientes, tomen nota):

1. Si me pides un consejo, no te lo daré. Te diré lo que yo haría si estuviera en tu situación, de acuerdo a mi criterio. Si lo tomas, tú eres absolutamente responsable de lo que ocurra o deje de ocurrir.

2. Cuéntame lo que te pasa, dale. Pero después escucharás, calladito y hasta el final, mi opinión al respecto...que es muy probable que no te guste.

3. Si me vas a contar algo que te pase porque quieres mi ayuda, te escucharé, pero harás el favor de contarme TODA la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad. No te pido TU perspectiva, si no los hechos tal como pasaron, sin excusas.

4. Te diré lo que pienso, pero es sólo para tí. No irás por la vida diciendo "Meli me dijo esto, ¿qué te parece?"*

Lean eso con atención antes de contarme sus problemas y atenganse a las consecuencias. He dicho.

* Principios basados en "Reglas para la vida de mi sufrido novio".

3 comentarios:

Marce Dhampir dijo...

hey .... hace buen rato que no te cuento mis desgracias sentimentales xD pidiendo auxilio :P

y tomando en cuenta tus reglas .... siempre ha sido asi che :P

y eso de .... la verdad toda la verdad y nada mas que la verdad ... suena a que te vuelves mi abogada xD

aunque si he de apoyar a tu sufrido novio .... no es bueno que vivas preocupada o triste o nerviosa ... por problemas que no son tuyos :P ..... solo por hoy ... afirmare que tu Leon tiene razon ... hazle caso che :P

Buscando la hora 25 dijo...

Una serpiente dando la sazón a un león, anotaré en mi diario de vida.
Pero volviendo a comentar el mensaje, creo que es importante plantear límites al juego del terapéuta, porque si una persona te pide ayuda, le brindas la misma y esa persona vuelve a caer una y otra y otra vez en lo mismo, habría que preguntarse: ¿vale la pena perder el tiempo en un conflicto que te amarga y del que no sale nada positivo o al menos nuevo?

Meli dijo...

Señora mía, no me refería a usted y que quede en el registro de su terapia. Pasa que me cayó otra "paciente" y...no pues, un lío.
Y sí, desde ahora no más tratar con gente que no sabe escuchar.