viernes, 16 de marzo de 2012

Vida, muerte y reencarnación de Paquita

Como saben todos los que me conocen mínimamente, tengo la manía de andar poniéndole nombre a mis cosas. Comencé bautizando a mis muñecas, como cualquier niña normal (creo), de ahí pasé a mis peluches...y en algún momento del camino me encontré poniéndole nombre a mi celular, mi plumafuente, mi computadora, mi almohada, y un largo etcétera.
Hecha la aclaración (uta, sí, qué claro quedó eso), sólo me queda explicar que mi laptop responde al nombre de Paquita, así que si hablo de su muerte y reencarnación, me refiero, lógicamente, a los líos que me provocó ese maldito troyano sin nada mejor que hacer que meterse en mi disco.
La cosa es que tuvimos que desinstalarla completamente. Formatearla. Dejarla a cero. Como se le llame. Fue un alboroto de mil diablos, de buscar drivers y los discos de instalación de mi lap que ya ni siquiera lo tienen los de Toshiba (así de vieja es mi pobre Paquita).
La parte buena fue que salvamos toda mi información, incluidos mis avances en juegos. ¿Cómo lo hicimos sin que se nos colara el troyano? Sencillo, con una cosilla muy muy simple llamada Ubuntu.
Para los que no lo saben, esta cosilla es un sistema operativo de Linux que resulta ser mucho más rápido que el Windows y que de entrada viene con un montón de aplicaciones para escuchar música y abrir archivos de Office y cosas así.
Lo que me acabó de convencer, aparte del hecho de verlo correr super bien desde un disco, es que, aparentemene, no hay virus para Linux. Y si consideran que todo el lío empezó porque se me metió ese troyano, tienen que admitir que es muy tentador probar un sistema más seguro.
Así que, aquí me tienen, con una computadora vieja corriendo a velocidad de una nueva, con un sistema operativo nuevo y muy simpático...y con un dolor de cabeza increíblemente horrendo e inexplicable, que nada tiene con ver con este tema.

2 comentarios:

Buscando la hora 25 dijo...

Paquita realmente es una sobreviviente... Porque a pesar de todo lo que le pasa sigue adelante... Y, como dirías, ya es una señora mayor.

Meli dijo...

Una señora muy aseñorada... :P Realmente, esta nena aguanta todo. De todas formas, es hora de ir pensando en darle su jubilación.