viernes, 2 de marzo de 2012

Enero poco, Febrero loco...

Juré que no me quejaría de toda el agua que ha decidido caer del cielo estas últimas semanas, digo, después sucede que a medio año viene la sequía de invierno y entonces me quejaré de la falta de agua. Febrero se fue en una lluvia casi permanente, no recuerdo tener un día de sol decente desde hace unas tres semanas, por lo bajo.

Según el dicho popular, llueve mucho, muchísimo, en Febrero, a diferencia de lo poco que llueve en Enero. Lo que nadie dice es cuánto llueve en Marzo.

Insisto en que prometí que no me quejaría, aguantaré toda la lluvia que tenga que caer como mejor se pueda. Lo que me está empezando a hartar es el frío húmedo que la acompaña, ese que se te mete en los huesos y te provoca un dolor de mil demonios, que hace que la nariz empiece a chorrear sin motivo aparente, y que te hace desear estar metida bajo mil mantas a todas horas.

¿Es, acaso, mucho pedir que llueva con algo de sol? No es un fenómeno tan extraño creo. O que se despeje inmediatamente después de llover, así el solecito alcanza a secar un poco la tierra antes de la siguiente lluvia. Digo, así no tendría que pasarme una inauguración de noche y al aire libre, parada sobre pasto húmedo y temblando de frío.

Se me van a congelar las ideas...

No hay comentarios: