viernes, 5 de marzo de 2010

¡Bienvenida, Reina Alicia, noventa veces nueve!

Mis matemáticas son malísimas y, como a Alicia en su momento, me parece una cifra grandota y que anuncia que si no se hace algo rápido, seguirá parada en la puerta de su propia fiesta por mucho tiempo. De todas formas, no quería hablar de matemáticas, sino de Alicia.
Debía haber escrito esta entrada ayer, llegando del cine, pero el trabajo llamaba, y la verdad es que estaba un cacho desesperada (histérica, al borde de un colapso o de un ataque psicosis) por terminar de revisar "esa cosa" (porque de ninguna manera puedo llamarlo de otro forma, no). Tras un buen día de descanso, ya estoy en condiciones de volver a sentarme frente a la compu para hacer algo que no sea renegar o sufrir por los atentados cometidos contra la Lengua Española.
Ir al cine fue toda una aventura, para variar. Pasamos desde encontrarnos un celular carísimo en una mesa en la plaza de comidas y llamar para devolverlo, hacer fila de casi dos horas para entrar a la sala y correr como gacelas (aunque sin tanto estilo) para coger buenos asientos.
¿Qué puedo decir de la peli? Alicia siempre ha sido de mis heroínas favoritas: una niña preguntona, atrevida, inteligente y sarcástica a su manera (al menos, su comportamiento es todo un sarcasmo para lo que se esperaba de los niños: resuelve sola sus problemas y se adapta a las condiciones más locas). Los libros de sus aventuras son como el Principito, en el sentido de que puedes leerlos cuando eres niño y divertirte con la historia, y leerlo cuando ya eres grande (me niego a que me digan adulta) y seguir disfrutándolo porque, tal vez, puedas ver más allá de la simple apariencia del "libro infantil".
Siempre me pregunté qué haría Alicia de su vida al crecer, en qué se convertiría (en el sentido metafórico, ser humano no te permite transformarte en nada que no sea un humano crecido). En cierta forma, la peli responde a esa pregunta, pero lo hace de una forma que no esperaba (¿quién podría contra la indomable Alicia, capaz de girtarle a una tirana loca?), aunque fuera algo predecible: Alicia, atrapada en su época, es simplemente una muchacha más, algo rebelde, pero no lo suficiente, algo rara, pero no tanto. Simplemente ya no es ella misma, o como decía el Sombrero Loco, perdió su "muchosidad". Es triste ver a tu heroína de la infancia convertida en una chica más.
Ahí es cuando la peli toma todo lo loco (o gran parte, al menos...yo extrañé a la Duquesa) de los libros y manda a Alicia de cabeza de vuelta al País de las Maravillas, o como lo llaman en peli: Infratierra (prefiero el País de las Maravillas...o el País del Espejo). ¿Y qué hace nuestra querida niña?
Sencillo: lo niega todo, no es nada más que un sueño. Eso es algo que me pareció rarísimo, por no decir que casi me sacó de casillas: ¿Alicia diciendo que todo es un sueño? ¿Alicia, la que exploró dos mundos raros y llegó a ser Reina, la que vio todas las locuras y las tomó con elegancia?
Volver a ser la misma Alicia que solía ser toma algo de tiempo (no las dos horas de la peli, a lo mejor unas tres), salir de todas las capas bajo las que ha enterrado a su verdadero yo (supongo que esa es la explicación de que use tantos vestidos mientras se encoje y se agranda, porque no hay viaje al País de las Maravillas que no incluya cambios de tamaño. Tomen nota, turistas y viajeros).
Si les cuento el final, les arruino la historia (y a algunos el susto). Dejémoslo en que, para variar, todos están locos a su manera, porque no se puede comparar la locura de la Reina de Corazones (no confundir con la Reina Roja, por favor! no es la misma, diga lo diga la peli) con la locura de la Liebre de Marzo, o la locura del Gato Cheshire. Alicia volverá a ser la misma, o casi...hay cosas que nunca vuelven del todo (y para gran disgusto de mi sufrido novio, la convierten en empresaria...aunque a mí no me pareció mal del todo, en algo tenía que ocupar esa cabecita voladora, ¿qué mejor que en hacer algo completamente raro para una mujer de su época?), y al fin se ve al terrible Jabberwocky (Jerigonzano en mi traducción...ya hablaré de eso).
Visualmente, la peli es fabulosa (como siempre, TIm Burton se fumó algo bien denso y genial para hacer algo increíble). La historia es buena (con sus fallas) pero sin llegar a ser fabulosa, tal vez mi sufrido novio tenga algo de razón cuando dice que aún no se ha hecho la película definitiva de Alicia. Mientras, para todos los niños que la amamos (el exterior no cuenta para nada), nos queda la misma loquilla de siempre, esperándonos en los libros.

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