viernes, 23 de abril de 2010

Las pequeñas satisfacciones de la vida

Hace unos meses tuvimos un alboroto acá en Bolivia por cierto asuntito de los militares. Afortunadamente, no era nada que tuviera que ver sus afanes de conquistar el mundo, tan recurrentes en el siglo pasado, sino algo, digamos, más administrativo pero que tenía mucho que ver con el orgullo del Ejército y esas cosas.
Resulta que, en otro de esos chispazos de estupidez y ganas de jorobar la paciencia ajena (que últimamente han dejado de ser intermitentes para convertirse en permanentes) de nuestro "amado" Presidente, instruyó a las Fuerzas Armadas para que cambiaran su lema, "Subordinación y Constancia" (típico de militares, eh?), por "Patria o muerte" (a lo que los soldados deben responder "Venceremos"). El pretexto era que así los soldados se "identificaban" con el "proceso de cambio" (lástima que la creatividad que usan para jorobar no les alcance para inventarse cosas más creíbles).
Imagino que el alboroto no hubiera sido tan "alborotado" si no fuera porque su tal "Patria o muerte" es el lema de las Fuerzas Armadas de Cuba, y que el Che, cuando anduvo por Bolivia, hizo "popular". Y, claro, considerando que muchos de los retirados del Ejército fueron a Ñancahuazú a pararle los pies al Che (y, de paso, a cargárselo), les pareció una barbaridad que el lema del enemigo derrotado (y que, por su parte, también se cargó a muchos soldados, no nos hagamos a los inocentes) se impusiera para el Ejército. Se armó la bronca, hubo mucha oposición pero como el Alto Mando (lamebotas, en mi opinión) estaba de acuerdo, no es que hubiera mucho que hacer al respecto.
El lema se impuso, los soldaditos tuvieron que practicar para que les salga su nuevo unísono gritado y...ahí acabó el asunto. O eso creí hasta que me encontré esta noticia tan mona.
Más allá de cualquier repercución política que pueda tener el asunto, sólo puedo decir una cosa al respecto: JUASJUAS!!

2 comentarios:

Buscando la hora 25 dijo...

No queda mucho que decir... quizá extender el dedo y reír como Nelson de los Simpson, mientras Chavez se aleja.

Meli dijo...

Oh, yo sé cómo! Como el Nelson-Beethoven! Ja-ja-ja-jaaaaaaaaaaa!