El último concierto del año

Y debo decir que nos fue bien. Al parecer volvió nuestra buena suerte de inspirarnos sobre el escenario, hasta mi mamá dijo que habíamos mejorado mucho y mi sufrido novio me dijo que hasta la pieza que más detesto del repertorio (con el respeto del Maestro Teófilo Vargas que seguro se revuelva en su tumba cada vez que cantamos esa piecita y porras) y que nos salía espantosamente mal no se escuchaba tan soporífera como la última vez. Hasta a mis queridos groupies (que al fin pudieron ir a escucharme cantar) les gustó nuestra presentación (y eso que el amigo Jas es bastante esxigente)
Creo que es una buena manera de cerrar el año y ahora nos merecemos un descansito hasta que volvamos en enero a ensayar como locos para el concierto de Abril. Lastimosamente, y por razones que desconozco porque mi director anda hechos a los misteriositos conmigo, yo tendré dos ensayos más. No sé si ya lo dije antes (y si lo hice ni modo, se aguantan), pero la única conclusión a la que puedo lelgar sobre la causa de estos ensayos extra es que mi director me odia, y me odia por ser bonita (juas!).