miércoles, 9 de diciembre de 2009

Yo?? nada que ver!

Hay veces que me da por revisar los mensajes que llegan a la casilla de spam de mi correo (se han dado cuenta que últimamente enlazo mucho?). Generalmente son cosas que marc y borro sin mirar, pero esta vez me encontré con dos mensajes que mi director de coro, a quien llamaremos Isma (como la de Las locuras del emperador, pero es chico), mandó hace unas semanas calculo. El tema del mail es algo así como "Personalidades de un coro".
Con lo que digan de las demás voces no me meto, pero hay algunas cosas que dice sobre las sopranos (donde me incluyo) que me gustaría comentar (o destrozar, o lo que sea). Lo que vaya en cursivas es el texto original, los paréntesis de colores son míos (eso sonó a tesis...).


SOPRANOS (ahí estoy yo!).- Son las que cantan más agudo y por eso piensan que gobiernan el mundo (que no lo hacemos? pues deberíamos! además que justamente "soprano" significa "soberano", "superior" en intaliano...qué coincidencia!). Tienen el pelo más largo (yo sí tengo el cabello más largo!), las joyas más originales (no recuerdo que usemos muchas joyas, la verdad), la ropa más llamativa (tampoco recuerdo esto...tendré lagunas mentales?)..., y se consideran insultadas si no van al menos a un FA agudo en algún momento de cada obra (digo yo, ¿Cuál es el punto de cantar agudo si no puedes demostrarlo, eh?). Se suelen quejar que los compositores y directores están maltratando sus gargantas (es que de verdad duele! lo juro por las tangas de Merlín!).

Las sopranos tienen actitudes variadas hacia las otras voces del coro, aún considerándolas a todas inferiores (Siendo como somos las "soberanas superiores" del coro, ¿qué esperaban? duh...). Contraltos son a sopranos como violines segundos a primeros (agradables para armonizar pero no realmente necesarias) (sí son necesarias! bueno...las que cantan bien); las sopranos no entienden cómo alguien puede cantar en esa tesitura grave (es tan aburrido...)(la veintiúnica vez que me tocó ser seguda voz en un coro casi me muero de deseperación). En cuanto a los tenores, es agradable tenerlos cerca (a algunos sí, a otros...los ahuyentaría con baigón si funcionara); se puede flirtear con ellos (es bien conocido que las sopranos jamás flirtean con los bajos) (ni con los tenores ni con los bajos! que horror!) y les gusta cantar dúos con ellos porque los tenores practican mucho para llegar a cantar en una tesitura media-baja de soprano (mientras ellas se mantienen en la estratosfera haciéndose notar) (oh sí...). Para las sopranos, los bajos son la escoria (cantan demasiado fuerte y tan grave que son inútiles para afinar) (wow! eso sonó muy fuerte hasta para mi lengua malvada! no son escoria! pero a nosotras no nos sirven para afinar, eso sí es cierto la mayor parte del tiempo) y, en cualquier caso algo malo deben tener cuando usan la clave de Fa (algo malo no...dejémoslo en que son especiales).

Como dije, con las demás voces no me meto (mucho) pero parecería que todos nos odian porque nos hacemos a las sabrositas (al menos eso entendí...y tengo una gran capacidad para leer entre líneas!). Lo cierto es que no somos tan así: somos bullangueras, un poco criticonas y respondonas con el director pero no para tanto! De eso podemos deducir que la verdad es que nos odian por ser bonitas (juas!).

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