sábado, 5 de diciembre de 2009

Los últimos momentos antes de la tortura más genial que ha inventado la democracia

Y francamente ni siquiera creo que sea democrático, porque si lo fuera nos dejarían elegir si queremos ir o no de jurados electorales a perder nuestro día miserablemente esperando que a la gente le dé la estúpida gana de venir a votar. Resulta que mañana tengo que estar a las 6:00 a.m. (están locos!!) en mi recinto electoral (o sea, la U) para esperar otras dos horas a abrir la mesa de votación. Ahí hay que estar 8 horas seguidas, sin derecho a irte a ningún lado a comer ni nada por el estilo, cerra la mesa y después pasar 2 horas más contando votos.
Creo que es bastante comprensible que esté de un humor de perros, no creen? Si los de la Corte tienen derecho a nombrarme Jurado Electoral sin que yo pueda hacer nada al respecto (que no sea inventar una mentira bien grande para excusarme, pero como nadie me dio ideas...ni modo), yo también tengo derecho a poner mi cara de empute y enchufarme mis audífonos para ignorar al mundo todo el día, verdad? (por favor, díganme que sí puedo, es mi última esperanza!).
O mejor, alguien por favor máteme ahorita. Aunque, claro, todavía me queda un As bajo la manga (que espero que funcione): puedo enfermarme de lo que sea durante esta noche y mañana estaré tan mal que no podré ir! El plan perfecto!
Ahora, alguien deme ideas de como provocarme cualquier malestar de un día en el transcurso de 8 horas o menos.

No hay comentarios: