miércoles, 2 de febrero de 2011

Estuve tan cerca...así de cerca...de un COLAPSO!!

Ok, exagero, pero tener el internet cortado casi tres días es más de lo que mi poco equilibrada cordura puede soportar sin empezar a trepar por las paredes de mi mente. Por suerte, mi papá coincide conmigo en que el internet es cosa necesaria...en lo que no coincidimos es en el uso que le doy, pero como los dos lo necesitamos pues no se hizo lío de que me pusiera en plan de acosar a los de Comteco para que arreglen el problema pero ya!.
¿Qué hice en casi tres días sin internet? Definitivamente, no lo sé, y no lo digo en el sentido de no sé como sobreviví si no porque de veras que no me acuerdo qué hice exactamente. Recuerdo que tenía grandes historias que contar, entre ellas el primer día de clase de mi sobrinito (que se veía muy bonito con su uniforme) y quería sazonar la historia con una frasesita que me soltó mi sobrino mientras lo perseguía por toda la casa con la cámara:
- Tía, ¿me dejas de sacar fotos, por favor? - Con tonito de estrella de cine aburrida. Tenía toda una entrada escrita en mi cabeza...y justo el internet murió (como el canario de la canción y me dio la misma pena).
Eso, y que se me olvidara las cosas que tenía que contar de ayer más, me llevó a pensar que uso este blog como una especie de ejercicio de memoria: recuerdas todo el día lo que tienes que decir, incluyendo las frases sarcásticas y después lo tendrás siempre anotado y, teóricamente, no se borrará (a no ser que ocurra una catástrofe mundial que destruya absolutamente toda la red...que es improbable, claro).
Y para rematarla, pasaron muchas cosas en mi corta ausencia...y ponerse al día es tan complicado...uff

2 comentarios:

Buscando la hora 25 dijo...

Bienvenida nuevamente al mundo online... Espero que para la siguiente entrada puedas recordar todas las cosas que merecen ser contadas y de las que dejas más dudas que respuestas.

Meli dijo...

Es el problema, hasta yo dudo sobre lo que pasó...y de lo que me enteré que pasó en mi corta ausencia, no pues, no es historia mía más que de rebote...