martes, 8 de febrero de 2011

Requiem dona eis, Domine

No, nadie se me murió (en caso de que alguien sepa latín y se diera cuenta de que lo que puse de título es la oración por los difuntos), solamente comenzamos con los ensayos del Requiem de Verdi. De más está decir que me fue bastante...mmm...mal, esa es la palabra. Después de varios meses sin cantar y con un simpático resfrío crónico, era de lógica que me fuera así, pero quiero creer que como es el primer ensayo y no vocalizamos mucho pues es cuestión de tiempo para que me vaya mejor.
Mañana empezaremos también con el Requiem de Mozart, que junto con la 9° Sinfonía de Beethoven es uno de mis sueños de cantante (claro, sería un sueño mejor si tuviera que cantar el solo de la soprano, pero peor es nada). Ese será con un grupo mucho más exigente y fregado, y espero poder estar al nivel, si no lo estoy...bueno, supongo que tendremos que ver qué hacer.
Las cosas en casa no han sido precisamente "bonitas" hoy y me pasé la mitad de la tarde deprimida o renegando, pero no hay nada mejor para subir el ánimo que enfrentarse a un nuevo reto musical y trata de no perder el hilo de lo que las demás parecen saber de una ojeada. Nada como cantar!

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