Último día de la Feria del Libro y fuimos con mi sufrido novio, mi mamá y mi hermanita Ara. Hasta ahí, todo normal, es el mismo patrón que el año pasado y que el anterior a ese. Si alguien le prestó atención a mis delirios desde que comencé a ponerlos por escrito en este blog, sabrá que el año pasado salí de la Feria con seir libros nuevitos que leí en menos de un mes.
Lastimosamente, las estadísticas para este año han disminuido drásticamente, porque no me pude comprar nada, cero, niente, nothing (creo que ya quedó claro...). El único libro con el que salí este año es uno de poemas de Oscar Alfaro que me antojé más por nostalgia que otra cosa, porque los leí cuando era una pequeña e inocente niña (claro, la parte genial del lío fue estar ahí parada con los encargados del stand recitando los poemas que todavía me sabía).
En esa triste situación influyeron dos cosas:
1. Estoy yesca, sin dinero, en la mera y cochina calle o, como dicen mis hermanas, al borde la prostitución (esa es una exageración poética, pero de veras que jamás he estado así de yesca).
2. Realmente, no había casi nada por lo que enloqueciera de ganas de comprar como el año pasado. Habían libros que sí me interesaban, parecían interesantes y eso, pero eran demasiado caros o resultaba que al revisar la sinopsis, o las críticas parecían demasiado "facilotes" y no pues...ya se me quitaban las ganas.
Y eso me lleva al verdaderomotivo de este post: ¿En qué dimensión paralela, mundo desconocido, realidad alternativa o lo que fuero, yo, Meli, tragalibros por excelencia, se pasea por la Feria del libro y nada le llama la atención? No puedo culpar a las hormonas revolucionadas que alteran mis estados de ánimo por esto, tampoco a que fue una semana (de hecho, casi todo el mes) desastrosa, o al estrés (es cuatro, es cinco...), o a mi cansancio general. No tiene lógica por ningún lado!
Así que mi única conclusión es que los extraterrestres secuestraron mi cerebro.
Lastimosamente, las estadísticas para este año han disminuido drásticamente, porque no me pude comprar nada, cero, niente, nothing (creo que ya quedó claro...). El único libro con el que salí este año es uno de poemas de Oscar Alfaro que me antojé más por nostalgia que otra cosa, porque los leí cuando era una pequeña e inocente niña (claro, la parte genial del lío fue estar ahí parada con los encargados del stand recitando los poemas que todavía me sabía).
En esa triste situación influyeron dos cosas:
1. Estoy yesca, sin dinero, en la mera y cochina calle o, como dicen mis hermanas, al borde la prostitución (esa es una exageración poética, pero de veras que jamás he estado así de yesca).
2. Realmente, no había casi nada por lo que enloqueciera de ganas de comprar como el año pasado. Habían libros que sí me interesaban, parecían interesantes y eso, pero eran demasiado caros o resultaba que al revisar la sinopsis, o las críticas parecían demasiado "facilotes" y no pues...ya se me quitaban las ganas.
Y eso me lleva al verdaderomotivo de este post: ¿En qué dimensión paralela, mundo desconocido, realidad alternativa o lo que fuero, yo, Meli, tragalibros por excelencia, se pasea por la Feria del libro y nada le llama la atención? No puedo culpar a las hormonas revolucionadas que alteran mis estados de ánimo por esto, tampoco a que fue una semana (de hecho, casi todo el mes) desastrosa, o al estrés (es cuatro, es cinco...), o a mi cansancio general. No tiene lógica por ningún lado!
Así que mi única conclusión es que los extraterrestres secuestraron mi cerebro.
2 comentarios:
Bueno, lamento desilusionarte, pero no creo que el hecho de que hayas salido sin libros tenga alguna relación con encuentros del tercer tipo.
Personalmente considero que esta versión de la Feria del libro de Cochabamba estuvo mucho menos interesante que las anteriores, pues encontré pocas novedades y de las que se encontraban las menos eran interesantes. Caso aparte mencionar que la ausencia de Yachaywasi se notó demasiado.
Si bien gasté mucho dinero, en realidad fue porque compré cosas que ya había visto en las versiones anteriores, pero que alcance a comprar, en definitiva los de la Cámara del Libro de Cochabamba tendrán que trabajar mucho para la siguiente versión.
Qué decepción! justo cuando me estaba emepzando a gustar la idea de los extraterrestres!
Pero es cierto que había pocas cosas interesantes, eso o estoy ciega (más).
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