domingo, 11 de octubre de 2009

Porquería de fin de semana

Seguramente los que lean esto dirán que me estoy ahogando en un vaso de agua y puede que sea cierto, siendo estrictamente honesta. Pero, entiéndanme, no puedo evitarlo, en este momento (y más específicamente, desde ayer por la mañana) no puedo ser una persona razonable y cuerda. Supongo que estar enamorada hasta las patas hace eso con la cordura, o como decíamos en colegio en uno de esos lapsus de sensatez y frivolidad (raro que sean al mismo tiempo): el amor embrutece.
Ayer con mi sufrido novio tuvimos la discusión más larga de toda nuestra relación (1:30 o más). Yo sé que fui poco razonable, nada comprensiva y muy muy mala onda, pero no podía ser buena onda cuando llevaba más de 24 horas rumiando mi rabia. Además, llevaba la razón, nadie me va a negar eso, pero hice mal en reaccionar como lo hice. En resumen, las escasas horas que mi sufrido novio (porque el super inteligente llegó solo por unas horas) estuvo aquí me las pasé llorando hasta deshidratarme y reclamando de todo, una porquería.
Hoy no está mejor. Tenemos reunión familiar del lado de mi mamá, y mientras escribo esto una buena parte de mis tíos, tías, primos y primas están en mi casa (de hecho, dos de mis primos viciosos están justo detrás mío jugando Need for Speed...hombres!). El plan era que mi sufrido novio viniera a almorzar (mi tío trajo un montón de pescado y a mi sufrido novio le encanta el pescado), pero como tuvo que volver a Cambalandia (por este medio quiero hacer constar todo mi odio hacia el FENAVID y hacia los del FUNDAV y todos esos: LOS ODIO! gracias) y no pudo conseguir psaje otra vez y ahora tendrá que volverse en flota porque encima se fue a pasear en voz de salir rápido de ahí, obviamente no está aquí. Y yo me quiero morir (más).
Probé a ver si una se puede ahogar en una ducha, pero no funciona. Una lástima porque tener que poner cara de "no pasa nada" todo el día va más allá de mis nervios (creo que de todas formas lo estoy haciendo bastante mal, pero no me interesa nada a estas alturas del baile). En fin...mañana será otro día...

No hay comentarios: