jueves, 5 de noviembre de 2009

Como andar en bicicleta

Dizque nunca se olvida (a mi se me olvidó cuando me quitaron las rueditas de apoyo, así que dudo mucho de esa afirmación), y algo así también es estar cantar en público. La sensación se repite en cualquier lugar, no importa cuando tiempo haya pasado desde la última vez que lo hiciste (cantar, digo).
Técnicamente fue ayer, pero digamos que fue hoy porque como sigo despierta (mi nivel de adrenalina sigue disparado, así que imagínense como estoy...) no es como si sintiera que ha pasado un día para que lo considere ayer (algo confuso creo...). Al grano: pasó ya el concierto y, ¿qué creen? Nos fue bien!
La voz de Nathy era la que más se escuchaba (la mía...ni a bala!) y nuestras piezas eran las más moviditas de la noche (no sé por qué a los demás les dio por cantar canciones de cuna o cosas así). Pero hasta que entramos al escenario y eso, estuve temblando de espanto y nervios, tenía miedo hasta de entrar y tropezarme (con mi suerte, no sería nada raro), pero todo salió bien (bueno, casi todo porque nuestro Aguillillo no se entendió, pero ya ni modo).
Estas cosas realmente suben la autoestima y la confianza y esas cosas. Sigo tan feliz que podría treparme al techo y seguir cantando. De momento, me conformo con el reemplazo más cercano: cantar "The soun d of music" en la puerta de mi casa mientras la vecina nos espía de la ventana.

2 comentarios:

Buscando la hora 25 dijo...

Je, je, je... no será como andar en bicicleta pero no se notó los nervios, estuvo genial todo (bueno el último tema no mucho) me gustó mucho, felicidades.

Meli dijo...

Gracias, mi amor! :D