lunes, 9 de noviembre de 2009

Mal

Me siento mal, así de sencillo. Me siento espantosamente mal y ya no puedo quejarme con nadie, o hablar con nadie porque...ya no puedo. Pasé el día sonriendo, riendo a gritos incluso, o con cara de absoluta indiferencia. Canté aunque la voz me fallaba y tenía la cabeza en cualquier sitio, recibí regalos y puse cara de felicidad absoluta y por dentro...nada. Sólo un hueco gigante que se hacía más y más grande.
Ya sé: "Dramatiquera", "exagerada". Digan lo que quieran, piensen lo que quieran. Y ¿saben?, seguramente tengan razón, porque yo siempre estoy equivocada, sea lo que sea. Me siento mal, no creo que esté en el fondo pero sí bien abajo.
No soy fuerte, no lo soy y no lo seré. Me han protegido toda la vida, no necesité nunca ser fuerte porque estaba bien cuidada y bien vigilada y bien encerrada. Cuando traté de "salir" no me dejaron, siempre había alguien para dar la cara mí. Digan lo que digan, me hicieron dependiente y ahora no puedo dejar de serlo.
Tengo muchas cosas, a cual más tirste y patética para seguirme acá lamentando, pero no puedo seguir. hace un rato mi papá me vio con los ojos hinchados de llorar y me preguntó que había pasado. "Nada", mi gran respuesta, seguida de un mutis apresurado del escritorio.
"Nada", no pasa nada ni pasará nada. O al menos, intentaré dejar de quejarme de todo lo que pase, y será como si realmente nada pasara.

No hay comentarios: