sábado, 23 de enero de 2010

El país de las Maravillas tiene algo más sentido que mi país

Sólo puedo recordar un caso en que un gobernante se nombrara como "líder espiritual" de su país: Enrique VIII cuando se separó de la Iglesia Católica para poder casarse con Ana Bolena, y aún así la cosa no tiene nada de sentido (más que el caprichito de un rey que, la verdad, no tenía ni pinche idea de lo que quería). Supongo que por eso cuando escuché la noticia de que al Presidente, en su posesión de teatrito en Tiwanaku, lo habían nombrado "líder espiritual" de los pueblos indígenas y no sé qué, casi me atraganté de la risa con mi taza de té.
Digo yo ¿Se puede ser más megalómano? ¿Se puede tener un bola de gente más lamebotas que estén dispuestas a ponernos tan en ridículo como país haciendo esas burradas? Todos saben que en verdad esas cosas de posesiones y rituales andinos desvalorizados porque lo están haciendo como simple teatro, no tienen ningún sentido. ¿Por qué? Sencillamente, porque ya no hay NADIE que crea en esas cosas, ni los mismos campesinos del último rincón perdido del altiplano se lo creen del todo porque ya son católicos y prefieren al Tata Santiago.
Y tampoco me vengan con que Tiwanaku es el lugar sagrado donde por tradición se celebraban esos ritos, porque no hay registros de que nadie viera ese boliche en su mejor época. Cuando llegan los aymaras y empiezan las crónicas orales, Tiwanaku ya era un montón de ruinas y llevaba abandonado mucho tiempo.
Hace un cacho escuchaba el discurso del Nuevo/Viejo Ministro de Gobierno (a quién todos sin excepción detestan por distintos motivos) que llenaba de halagos al Presidente citando valores y principios que, si es que existen, todos en el Gobierno se han ocupado concienzudamente de pisarlos.
Y pensar que mi pobre país está en manos de esa bola de ineptos!!

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