Hace poco más de 24 horas un terremoto de 7,3 en la escala Richter (o sea, fuertecito...o fuertezote) sacudió la isla de La Española, que es mitad Haití y mitad República Dominicana (yo creía que era con Cuba con la República Dominicana compartía isla, pero no había sido). Resultado: Puerto Príncipe (capital de Haití) está escombro sobre escombro, empezando por el mero Palacio Presidencial y pasando por varios hospitales.
Algunos corresponsales de noticias decían que hay un montón de cadáveres en las calles (o al menos los había inmediatamente después del terremoto, con suerte ya están levantándolos) y se calcula como unas 100.000 víctimas. Encima de eso, hubo un montón de réplicas, se cortó la electricidad toda la noche (sí, mientras pasaban varias de las réplicas) y la capital estaba incomunicada con el mundo exterior. Se calcula que casi todos han salido dañados ahí, desde perder un familiar hasta perder sus casas (por no decir sus vidas).
Y todo eso encima de que hace unos dos meses (si la memoria no le falla a mi sufrido novio) se inudaron feo. A eso súmenle que es el país más pobre de América y el que tiene mayor índice de corrupción.
¿Podría irles pero a los pobres haitianos? Cualquiera diría que no, es decir ¿qué es peor que estar hecho completamente talco? Esperemos de corazón que la Ley de Murphy no se ponga en práctica en esta oportunidad.
Los demás países, empezando por EEUU, ya prometieron enviar ayuda y donaciones y demás. Lo que me sorprende es cuán generosos pueden llegar a ser (sí, estoy siendo sarcástica). ¿Que cuánto mandará EEUU en su gran magnanimidad? Nada más y nada menos que ( a ver, esos tambores) 200 mil $us. Que debe ser una NADA de lo que gastan en comprar armamento y haer guerras y demás huevadas. Que es lo cuesta una película más o menos en Hollywood. Que es ni la mitad de lo que Bolivia se va a gastar en la posesión del pretencioso del Presidente.
Sí, señores, así funciona el mundo. Mientras hay gente muriéndose, o ya muerta, o que ahora pasará frío, hambre y un culo de enfermedades infecciosas contra las que no podrán ahcer mucho porque sus sistema satinario también debe estar hecho un carajo, el resto del planeta gasta en huevadas.
Algunos corresponsales de noticias decían que hay un montón de cadáveres en las calles (o al menos los había inmediatamente después del terremoto, con suerte ya están levantándolos) y se calcula como unas 100.000 víctimas. Encima de eso, hubo un montón de réplicas, se cortó la electricidad toda la noche (sí, mientras pasaban varias de las réplicas) y la capital estaba incomunicada con el mundo exterior. Se calcula que casi todos han salido dañados ahí, desde perder un familiar hasta perder sus casas (por no decir sus vidas).
Y todo eso encima de que hace unos dos meses (si la memoria no le falla a mi sufrido novio) se inudaron feo. A eso súmenle que es el país más pobre de América y el que tiene mayor índice de corrupción.
¿Podría irles pero a los pobres haitianos? Cualquiera diría que no, es decir ¿qué es peor que estar hecho completamente talco? Esperemos de corazón que la Ley de Murphy no se ponga en práctica en esta oportunidad.
Los demás países, empezando por EEUU, ya prometieron enviar ayuda y donaciones y demás. Lo que me sorprende es cuán generosos pueden llegar a ser (sí, estoy siendo sarcástica). ¿Que cuánto mandará EEUU en su gran magnanimidad? Nada más y nada menos que ( a ver, esos tambores) 200 mil $us. Que debe ser una NADA de lo que gastan en comprar armamento y haer guerras y demás huevadas. Que es lo cuesta una película más o menos en Hollywood. Que es ni la mitad de lo que Bolivia se va a gastar en la posesión del pretencioso del Presidente.
Sí, señores, así funciona el mundo. Mientras hay gente muriéndose, o ya muerta, o que ahora pasará frío, hambre y un culo de enfermedades infecciosas contra las que no podrán ahcer mucho porque sus sistema satinario también debe estar hecho un carajo, el resto del planeta gasta en huevadas.
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