martes, 12 de enero de 2010

Morirse acá

Esta mañana escuchaba en la radio que se murió Percy Ávila. Si se lo preguntan era un compositor boliviano, específicamente de música popular del oriente de Bolivia (sí, era camba y componía música como taquiraris y temas por el estilo).
¿Cómo se murió? perdido y olvidado de todas las personas (excepto su familia, por suerte) que en algún momento lo alabaron y escucharon su música. ¿Y entonces cómo nos enteramos? Sencillo, sus amigos, músicos como él, informaron a los medios.
Claro, todos lo lamentan y dicen "qué pena, si era tan capo" y cosas por el estilo ahora que está muerto, cuando nadie se lo dijo en los último años mientras seguía en el Más Acá. Hace una semana se murió Sandro y los argentinos (en especial las señoras) se deshidrataron de tanto llorar, lo mismo cuando se murió Mercedes Sosa (todavía me dan ganas de llorar a mí cuando pienso en eso). Ellos fueron queridos y recordados hasta su último momento (y más allá). ¿Y acá? Nada, le harán una misa en la Casa de la Cultura en Santa Cruz, dirán "qué pena" otra vez y...listo.
Para eso uno da lo mejor de sí, para que te olviden en dos patadas y te recuerden un cacho cuando ya no puede importarte.

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