viernes, 31 de diciembre de 2010

Y se acabó

Probablemente, ésta sea la última entrada del 2010, así que tal vez debería hacer algo así como un recuente del año, sacar lo bueno y lo malo y plantearme metas para el 2011 que se viene. Lástima que soy muy cínica, muy pancha y aún muy soñadora como para planear objetivos medibles, alcanzables, etc etc.
En esto momento sólo puedo pensar en lo mal que se está poniendo la situación en mi pobre país, gracias a los siempre iluminados gobernadores, en como sube todo y el dinero parece no servir para comprar casi nada, y (egoísta como siempre) en como la situación actual hace más difícil mi travesía diaria a alimentar a mis perros, además que aleja muchísimo más que nunca la posibilidad de que mi sufrido novio me ponga un anillo en el dedo. A eso súmenle que evidentemente el perrito de mi hermana está muy deprimido, hoy no quiso comer, y ya tengo un dolor de cabeza hecho y derecho.
Estaría desesperada por terminar de una vez este mes del desastre y este año bastante negro si no fuera porque siento en los huesos que el siguiente será todavía peor, ¿por qué festejar la llegada de un inminente desastre? Trato de pensar en positivo, pero como sabrán ese no es precisamente mi fuerte, ni siquiera una aplastante victoria en cacho y ganarnos una cena gratis para el domingo pudo solucionar mi humor.
Supongo que tendré que re-organizar mis planes de pasar clases de piano y volver a cantar el siguiente año, hay cosas más urgentes que eso.
Basta! Hay que tener buena actitud, en unas horas (como unas 20) estaré festejando tranquilamente con mi sufrido novio, nunca se sabe que sorpresas puedan traer esas horas.

No hay comentarios: