jueves, 21 de julio de 2011

Nuevas eras

Bueno, hagámoslo corto: Conseguí (o más bien, mi papá me consiguió...que feo suena) un trabajo. Nada que ver con mi carrera, nada que ver con mis gustos, nada que ver con nada, pero es un trabajo. ¿Qué se yo de Derecho? Nada (para empezar, soy zurda, jaja), pero ahí estamos, a punto de comenzar a trabajar en una notaría, nada menos.
Estuve deprimida por muchos días, de veras, la idea de trabajar en una oficina y de vestirme estilo "señorita" con pantalones de tela (y no jeans), con blusitas (y no poleras) y con tacones o zapatitos decentes (y no tenis) es de por sí escalofriante para mí. Al final de cuentas, supongo que si te dan a elegir entre aburrirte en casa o aburrirte en una oficina y que te paguen por ello...

2 comentarios:

Ismael♫ dijo...

Felicidades! como dice el dicho:
"No existe trabajo malo! ... lo malo es tener que trabajar"
=) suerte...

Meli dijo...

En este caso, le acertaste: El trabajo no es malo, lo malo es tener que trabajar ahí, en algo que no sé, no entiendo y no me interesa entender. ACepto sugerencias para salir de ahí lo antes posible.