viernes, 29 de julio de 2011

Mi vida apesta

Sospecho que he caído en la versión más aproximada a mi infierno personal que podría haber en la Tierra: un día igual que el otro, trabajo monótono y aburrido, sólo sazonado con pequeñas ridiculeces que no alcanzan a compensar todo la miseria que siento, y la incapacidad de ejercer mi especialidad, es decir, corregir cosas mal redactadas, poner tildes, comas y puntos donde deben estar. Yo, maniática de la lengua española, debo transcribir documentos que pueden tener 11 líneas seguidas y ni un punto para separar las oraciones.
Sí, hay cosas buenas como que mi jefa me tiene mucha paciencia (aunque sospecho que eso me acarreará problemas con mis compañeras a la larga), o me encuentro con nombres tan divertidos que me hacen desear reír a carcajadas (que no puedo). Pero ni aún así me puedo considerar mínimamente cómoda en el trabajo: no encajo ahí de ninguna forma.
No me caracterizo por mi exceso de paciencia, y esa frase que me soltó el otro día mi mamá (con la mejor de las intenciones, supongo) de "Tal vez es el momento de aceptar la voluntad de Dios...", me acabó de poner de los nervios. ¿De veras cree que ESTO es lo que Dios quiere para mí? ¿Que pase mis días unos tras otros sin hacer nada que no sea un trabajo aburrido? Me niego de plano a creer semejante idea, y que me lo diga mi madre que hace unas semanas no se cansaba de decirme que explote mis capacidades, que si quería estudiar música estaba a tiempo aún, y que yo era tan inteligente y tan apta para hacer lo que quisiera y me gustara, y etc, me parece casi una falta de respeto.
Como si no fuera bastante malo, ayer descubrí las desventajas de trabajar en una oficina que atiende al púlblico en general: mi celular desapareció misteriosamente de mis escritorio en un momento en que había un montón de gente ahí metida. Tengo a mi sospechosa y ninguna manera de recuperar mi teléfono.
Trataré de ser un poco más paciente, tengo que aguantar hasta que encuentre algo que sí tenga que ver con lo que estudié (¿o para qué rayos me quemé las pestañas cinco años?).

2 comentarios:

Luis Curiel Medina dijo...

¿Estudiaste letras o algo así?

Meli dijo...

Letras no, COmunicación SOcial, pero tengo un gran cariño por las palabras. Supongo que se debe a que me he pasado la vida leyendo.