domingo, 12 de julio de 2009

El típico stress pre evento

Juro que no me sentí así ni para cuando preparamos el evento de Relaciones Pública en la U! Y eso que ese era por nota! Me jugaba el aprobar o reprobar la materia, y de todas formas ahora estoy más nerviosa que en ese entonces. Supongo que es porque, en cierta manera, me importa más que este evento de Estreno de la 6° película de Harry Potter salga bien.
Lo grave es que, a pesar de que en general las cosas parecen marchar bien (conseguimos muchas cosas que dudábamos), hay otras muchas que a mi me están por sacar de casillas y arruinar mi delicado (y precario) equilibrio mental.
Hasta ahorita la más grave es que medio equipo de "El Profeta" aún no ha enviado las partes que les corresponde. Eso significa que medio periódico está vacío y tendremos que recurrir al plan B para llenarlo (no pregunten cuál es el plan B, porque sigue en desarrollo). Eso tambien significa que, en este preciso momento, siento un poderoso deseo de arrear patadas a cualquiera que tenga la mala pata de aparecerse ahorita delante mío y provocar mi ira (más).
Nos quedan dos días, y de veras los nervios están por matarme. No saco nada poniéndome así, lo sé, para el caso sería más útil lo de las patadas (y más relajante, claro), pero de veras me desespera que me falle la gente en la que confío! O por lo menos a las que les he ordenado terminado terminantemente hacer algo, en especial si se trata de trabajo (juro que si nos pagaran por hacer "El Profeta", yo sería rica a estas alturas).
Creo que es momento de incluir un punto en el plan B: rogar a todos los santos que nos salven del desastre!

ACTUALIZADO: Bueh, he de rendirme al evidencia de que, a pesar de mi crisis histérica, ese pedazo de "El Profeta" que esperaba no va a llegar ni ahora, ni nunca más probablemente. Ya pasé la fase en la que me enojé y quise golpear a alguien (en específico o no, ya no interesa...mucho) y ahora me siento insultada por lo que sé que ha provocado eso, dolida porque no lo esperaba (o al menos, tonta de mí, quería confiar en que no era cierto a pesar de que la evidencia saltaba a la vista y yo fui la primera en saberlo), y francamente impotente porque no hay nada que pueda hacer para cambiarlo (arrear patadas y partir narices a bofetadas fue descartado completamente...y con todo el dolor de mi corazón sediento de venganza).
De ahí a deprimirme hay un paso, pero en este momento no necesito eso...por las tangas de Merlín! estamos a unas horas del estreno! Exactamente a esta misma hora mañana, estaré en una sala de cine, con todo el Club, atragatándome de pipocas con extra mantequilla, nachos con queso y litros de gaseosa. Se puede pedir algo más a la vida?

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