sábado, 4 de julio de 2009

En momentos como este, agradezco que mi sufrido novio sea de carne y hueso y no un ectoplasma...

Y lo digo en serio, de veras. No es que me haya vuelto (más) loca, simplemente acabo de terminar de leer la saga "La Mediadora" de Meg Cabot. Ya lo sé, el título no parece prometer mucho (a mí me sonoba más como a policial medio trucho, y eso que antes de descargar el primer libro había leído la sinopsis), y menos considerando que sólo es el primero de una saga de seis libros en total. Pero, al menos en mi caso, está visto que la ociosidad + muchas horas de tiempo libre + un reloj biológico completamente torcido (estoy más despierta de noche que de día, al menos mientras permanezca sentada en una silla frente a mi laptop, porque en el momento en que me la llevo a mi camita, caigo en los brazos de Morfeo en dos patadas) +una laptop propia que nadie que no sea yo usa + una conexión a internet banda ancha y + un complejo de ratón de biblioteca insuperable (excepto, quizá, por Hermione Granger en persona), conforman una mala mezcla.
Así pues, hace unas semanas (ya no sé si muchas o pocas) me descargué el primer libro de la serie. Más que nada fue porque acababa de terminar de leer los dor primeros libros de "El Diario de la Princesa" (que ya comenté aquí) y como no encontraba los demás (al menos en castellano entendible), me dio un mono fabuloso por leer más de la autora que acabé empezando esta otra saga. ¿Qué les digo? El primer libro me cayó simpático, no será una genialidad pero es divertido.
Básicamente comienza a contarnos las andanzas de una chica de 16 años llamada Suze (Susannah en realidad, pero comprendo que no le guste su nombre...) que es mediadora. Eso significa que tiene el "don" (maldición para ella, porque acaba metida en todos los líos) de ver, hablar y tocar fantasmas, para poder ayudarlos a encontrar su camino hacia "El otro lado". Sus líos (al menos los que cuenta el libro, porque ya tiene varios en su haber) comienzan cuando se muda a California para vivir con su madre que se ha vuelto a casar con un tipo (buena onda y buen chef...eso es sacarse la lotería) que tiene tres hijos (eso ya no es tan bueno porque dos de ellos son unos jilgueros), y al entrar a su nuevo dormitorio se encuentra con que ya está ocupado por el fantasma de un chico (muy guapo) llamado Jesse (guapo a pesar del nombre ese) que murió hace 150 años (y que aún como fantasma se ve muy bien...eso es tenere suerte, caray).
La chica, Suze, está francamente loca, o al menos es una adolescente con la cabeza llena de ropa, diseñadores (si hay que hacer algo, hay que hacerlo con estilo), chicos guapos (encabezados por el fantasma de su cuarto), el colegio y su trabajo de patear el trasero de algunos fantasmas poco cooperativos hacia donde se suponen que tienen que ir. Y, básicamente, ahí tienen los seis libros.
¿Suena aburrido? pues no lo es. Incluso leyendo los libros de inglés (porque el único traducido al español que encontré me lastimó los ojos con tantos errores gramaticales que tenía) resultan bastante entretenidos (y eso que mi inglés es de nivel kindergarten). Las tramas a ratos me resultaban predecibles (eso o yo pienso más rápido que Suze), pero a ratos también me dejaban helada de la impresión. A eso súmenle el típico proceso de razonamiento de una adolescente algo acomplejada y bastante sarcástica, que además cae enamorada de su fantasma guapo (en serio, la changa se la pasa diciedo que Jesse es "hottie"...traduzcan eso como les plazca), y ya hay para divertirse un buen rato (o, como en mi caso, varias noches).
Y, justamente, ese "amor imposible" entre la chica y su fantasma es lo que me hace pensar que es muy bueno que mi sufrido novio sea lo bastante sólido como para que todos los vean, no sólo yo, y que esté lo bastante vivo como para que no tenga que preocuparme de si alguien me lo exorciza o esas cosas que parecen que les puede pasar a los fantasmas. Es que, al menos los tres últimos libros me tuvieron sufriendo como doncella con mal de amores por lo que le podría pasar a Jesse o como Suze se las arreglaría para seguir con el fantasma cuando al parecer todo el mundo lo quiere desaparecer o cosas así. Realmente estúpido de mi parte, lo sé, pero tengo corazón de pollo para estas cosas de romances imposibles.
Mi recomendación: lean el primer libro y si sienten que pueden tolerarlo, vayan por el segundo. Al menos se divertirán un rato con los líos en que se mete Suze mientras hace "su trabajo" (eso sonó tremendamente James Bond o algo así).

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