Esto ya me está cansando...

Otro día de esos en que quiero ahorcar a todos en mi casa y, para evitar cometer parricidio, matriciodio, fraticidio y demás "cidios", salgo casi en estampida a tratar de perderme el mayor tiempo posible. Preferí estar acariciando a mis mugrientos perros, estar parada una hora en una esquina, dar más vueltas por la Feria del libro (sin dinero para comprar a mi víctima señalada), y colarme a una mesa de trabajo en la U que volver a mi casa a enfrentarme con mis instintos asesinos.
¿Por qué? Lo de siempre: mis corteses hermanas que no hallan nada mejor que servirme en bandeja para que mis padres me riñan por el mismo asunto, mi escandalosa falta de empleo. Pero, ahora hay un asunto más de fondo. Dado que mi hermana y su esposo se mudan a otra ciudad, la casa que ocupan, que es de mi abuelita quedará vacía, con la pequeña excepción de mis perros, el gato y la hámster asesino (mató a su marido). Mi mamá, seguramente, querrá alquilar la casa (cosa que yo no haría sin ahcer una limpieza a fondo de los jardines y esas cosas) y ahí es cuando el conflicto se pone peor.
Soy buena ignorando a la gente, y aunque las cosas que me digan me molesten soy experta en poner cara de póker y listo (claro, después vengo y llorique sobre la compu mientras me quejo aquí, pero como no ven eso, no cuenta), así que por ese lado no tanto jaleo. El pequeño, pequeño detalle es que mis perros no tendrán donde vivir cuando se alquile la casa. Mi hijito, Rulito, ya esta muy viejo como para que traten de llevárselo a algún lado y, además, es MÍO, no suyo. Cachito no es mío, pero es un perrito tan tontito y manso que no sobrevivirá si se lo llevan, si el pobre ni siquiera sabe ladrar, o cazar pajaritos, o perseguir ovejas, o algún otro conocimiento esencial de perro. Bellota, la gata, definitivamente no es mía, y no es santo de mi devoción, pero me da pena porque también ya anda algo viejita y no aguantaría ningún viaje. La hámster, Angelina, pues...no sé, no aguanto a las ratas.
Lógicamente, nadie querrá alquilar una casa con tantos animales y mi papá no quiere a ninguno de ellos de vuelta acá en casa. ¿Qué les queda a mis perritos...y sus primos? No pienso hacerlos matar, no y no, punto, pero la otra solución no creo que sea del agrado de mis papás.
El otro plan, al que llamaremos B , es alquilar yo la casa (y aprovecho de hacer una limpieza a fondo), conseguir un trabajo que me permita pagar el alquiler y mantener a mis perros con vida y en su casa. La cosa sería mucho mejor si mi sufrido novio se muda conmigo, entre dos se pagan mejor las cuentas y esas cosas, pero aunque hablamos del tema, todavía no está nada dicho.
El día de la mudanza de mis hermana será en dos semanas a lo sumo, muchísimo antes de lo que habían dicho en principio, me urge hallar una solución. La gran duda es ¿Qué tan fuerte gritarán mis papás cuando les proponga esa idea?
a) Fuerte
b) Muy fuerte
c) Consigue tapones para los oídos
d) Corre por tu vida

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