sábado, 2 de octubre de 2010

Obsesionada, completamente obsesionada

Hace unos días, el jueves creo, estaba charlando con un amigo del coro, y entre chiste y chiste fuimos a parar al tema de las sopranos (no fue entre chistes, la verdad, fue entre quejas sobre las quejas que siempre recibimos, pero bueno). Y ahí me acordé de cierta señorita muy guapa de la que había descargado un disco hace un tiempo. La buscamos en youtube (la segunda fuente de toda sabiduría) y le sugerí que pusiera una pieza clásica interpretada por ella. Cayó "O mio babbino caro" y ésta es su versión.

Buena, ¿eh? Anna Netrebko es muy buena, y me parece mucho más impresionante considerando que su carrera empezó como la encargada de limpieza del teatro Mariinski. Típica historia: el director la escuchó, le enseñó a cantar y la lanzó al estrellato (hay gente con suerte, me lleva...). Después de eso, me puse a buscar a otras sopranos cantando la misma pieza, empezando lógicamente por la Divina María Callas (les aconsejo que vean el video, que ya es del final de su carrera, así que es una interpretación algo...floja), pasando por Monserrat Caballé, y ayer, finalmente, llegué a Sarah Brightman (no es mi favorita, pero a mi sufrido novio le gustó mucho más que María Callas).
Claro, ahí fue cuando mi director de coro metió su cucharita para decir que Anna Netrebko parece estar coqueteando con la orquesta más que interpretando lo que canta (yo digo que es envidia...). De todas formas, y buscando la letra del aria me encontré con una versión más. Con ustedes, damas y caballeros, Carmen Monarcha:

Increíble, verdad? Ya sabiendo lo que dice (el italiano es de los idiomas que más entiendo, pero de todas formas es mejor investigar), todo en su interpretación me parece maravilloso: es linda, expresiva, su voz es increíble y, pucha, hizo llorar al público! ¿Qué más se puede pedir?
Lógicamente, ahora ando traumadísima con este tema. Estuve todo el día tratando de cantarlo, tratando digo porque ni a bala me salen esos intervalos tan monos que estas muchachas y señoras sacan con tanta facilidad. Ahora sí las chicas y los chicos del Club pueden decir que los estuve torturando.

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