miércoles, 9 de marzo de 2011

Y mejor remedio es...

Irónicamente, cantar. En serio! No muy fuerte ni forzando la garganta, pero durante el ensayo de hoy (en el que a pesar de todo lo que le prometí a mis papás, tuve que cantar) estuve cantando y aunque me dieran ataques de tos, sentía la garganta más y más clara. Por supuesto, no estaba precisamente afinada, pero al menos no me degradarán a contralto (con respeto de las contraltos). Entre un chiste y otro o me subía mucho de las notas altas o me bajaba mucho de las bajas...el caso es que no podrán bajarme.
Raro, ¿eh? O tal vez fueran simplemente los mates que me está dando mi mamá, pero la cosa es que me siento algo mejor. A ratos si me dan algunos ataques, pero no como ayer que no podía parar de toser y estaba realmente mal.
¡Qué lindo es cantar!

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