miércoles, 26 de agosto de 2009

Crónicas del Silencio voluntario 2 (ni yo me la creo)

Segundo día en (casi) total silencio (mi abuelita me sabotea porque no entiende las señas) y...sigo medio histérica. Juro por las tangas de Merlín (iba a decir "sobre las tangas de Merlín" pero me dio asquito) que si ésto no funciona, mandaré todo al diablo y no volveré a cantar en mi vida.
Como mis papás están de viaje, estoy OTRA VEZ jugando a la casita, y como ahora no puedo hablar mis hermanas se hacen a las locas si les pido que hagan algo (serán...), o sea, esto está peor que de que costumbre.
De todas formas, fue un día relativamente tranquilo y eso. Lo más resaltante fue nuestro almuerzo frente a la tele viendo el Campeonato de Patinaje Artístico en EEUU, al menos la parte del programa largo masculino. Nada como ver tipos en mallas para abrir el apetito, verdad? (y ahora que pienso en eso otra vez, me pregunto ¿en qué diablos se basan los jueces para calificar? porque si es por caídas y cosas, hay cosas que me parecieron ya no de incoherentes).
Después pasé la tarde releyendo un libro que me descargué hace mucho y empezando otro nuevo que promete bastante (nota para mí: el señor encuadernador de libros no vino y yo quiero mi Señor de los Anillos de regreso AHORA!), aunque de momento estoy por morir de miedo con las versiones retorcidas de los cuentos de hadas. Vino mi sufrido novio un ratito antes de irse a su clase y después al cine (maldición con los permisos en esta casa!), y en total lo vi como...15 minutos siendo generosos (algo más para añadir a mi perfecto día).
Y ahora...estoy acá, haciendo lo de siempre (vaguear) en lo que me da sueño o una crisis histérica por seguir callada. Con suerte, mañana habrá Crónicas del Ensayo del desastre.

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