miércoles, 12 de agosto de 2009

Las preguntas de los padres

Hoy tuvimos reunión con los padres de los chicos de la catequesis, donde se supone que yo estoy ayudando como catequista (aunque sospecho que a estas alturas les he ensañado más blasfemias que otra cosa de tanto que me hacen renegar). Resfriadota y todo como estoy, me fui toda cumplida y responsable a la bendita reunión, preparada para lo que seguramente sería un circo.
Le acerté (como siempre, yo no fallo): la reunión era un circo, más o menos controlado a ratos, pero un circo al fin. Y yo preguntándome de donde salieron chicos tan revoltosos! Realmente, todo se hereda.
Después de la reunión general, en la que se explicaron puntos que les importaban a todos, pasamos a tomar lista a los cursos y a tener algunas palabritas con algunos de los papás de los que están más fichados que nadie para eso de confirmarse o no. Lo terrible fue que varios de los catequistas faltaron (Foca y Elfo, están muertos conmigo...) y tuvimos que suplirlos en los cursos, y yo acabé en el curso de Foca con los papás de chicos que ni siquiera conozco (seguro que los ví por ahí, pero no sé quienes son), así que tuve que decirles de entrada que yo NO soy la catequista de sus hijos, que estoy reemplazando por esta noche al que sí es.
Y claro, después decirles que sus hijos son los que están fichados y eso, y que hablen con ellos y les hagan entender que esto es en serio y eso, vinieron los papás con sus clásicas:
Padre: Quisiera saber exactamente en qué es lo que está mal mi hijo. No tiene las notas o algo?
Mente de Meli: Parece que no fui lo bastante clara...
Meli: No, señor. Como les dije, yo estoy reemplazando por hoy al catequista del curso. Las notas las tiene él y sólo me han pedido que les informe a los padres de la situación de sus hijos.
Padre: Es que no puede ser que nos digan que mi hijo está mal y no me digan por qué!
Mente de Meli: Sí puede ser! no ve como ya lo hice?
Meli: Si quiere saber exactamente que pasa con su hijo, le sugiero que venga los sábados o los domingo sy pregunte por él.
Mente de Meli: Eso es la mejor respuesta que podíamos darle, jojojo
Madre 1: Y no podría darnos su teléfono para hablar con él?
Mente de Meli: ¿Qué me vieron cara de su guía telefónica?
Meli: No tengo el teléfono, mejor pregúntenle a Ricky
(Padre y Madre 1 se alejan seguidos de otros padres y madres de los revoltosos)
Mente de Meli: Paz! al fin!
Madre2: Quisiera saber en qué está mal mi hijito, porque me extraña que digan eso de él porque yo en mi casa lo he criado muy bien.
Mente de Meli: Me lleva la cachetada! ¿Es que no fui lo bastante clara? ¿Hablo en chino o qué?
Meli: Como le dije, señora, yo no soy la encargada de este curso. Simplemente me pidieron que les comunicara que sus hijos tienen problemas.
Madre2: Es que me extraña, porque mi hijito jamás ha dado problemas, él se porta muy bien. Seguro que son sus compañeros que lo molestan. Y yo siempre le digo " Hijo, no les hagas caso" y mi hijito se porta bien...blablabla
Mente de Meli: Pues al parece su "hijito" no es tan maravilloso como usted cree...
Meli: Señora, yo entiendo que es una edad difícil y que los compañeros muchas veces se molestan unos a otros, pero le sugiero hablar con el catequista encargado del curso para saber qué es lo que pasa.
Mente de Meli: Y así me deja en paz a mí, que nada que ver.
Madre2: Sí, voy a venir el sábado, no el domingo, para hablar con él, porque francamente me extraña que me diga esto, porque mi hijito...bla bla bla...
Mente de Meli: Asiente con la cabeza, no digas nada más porque es darle cuerda.

Qué noche...

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