No siempre se obtiene todo lo que se quiere

Si fuera de otra manera, mi vida (y la de todos) sería mucho más sencilla, ¿verdad? Pero a veces lo que se tiene te hace tan feliz, que cualquier desgracia que venga después no afecta tanto. Pongamos como ejemplo la gran victoria de Alemania sobre Argentina de hoy...al lado de la derrota de Paraguay que jugaba contra España.
Alegrémonos antes de ver las malas noticias:

¿Qué quieren que diga? Me encantó, en especial porque les aplastaron toda su fanfarronería adelantan a los argentinos y en especial a Maradona que se cree, como bien dijo la buena Aylita, Cristo bajado de la Cruz. El único que me dio pena fue Messi, que de toda la bola de escandolosos creídos, es el más sencillo y el que hace menos alboroto.
Además, un partido se disfruta más con los amigos, se grita, se ríe, se sufre y se hace pasesitos al final del partido mientras se come choripan. No que me aburra con mi papá y mi mamá, pero afecta mucho que, a cierta hora, la sala de tele se convierta en el la curva del sueño y me pierda buena parte de algunos partidos porque me pasaron su adormilamiento.
Ahora a la parte cruel de la vida:

Es el partido más raro que he visto en lo que va del Mundial. Esos penales y ese gol se llevan la flor de las cosas raras. Pobre paraguayos, se quedaron fuera, aunque llegar a cuartos de final ya fue de por sí mucha cosa.
Ahora, nos queda apoyar a los uruguayos (al menos a los sudamericanos)...aunque con el dolor de mi alma hay que aceptar que es poco probable que le gane a Holanda, otro de mis favoritos. Bueh...será lo que tenga que ser, con tal que en fútbol cualquier cosa puede pasar.