Pequeñas decisiones de vida

Esta será un entrada cortita, pero que me parece absolutamente necesaria. Estuvimos hablando con mi sufrido novio de nuestros futuros hijitos y recordando y haciendo nuevos acuerdos relativos a su crianza y demás. Se preguntarán por qué tan prisa, pero una amiga nuestra me dijo una vez que la educación de un niño empieza 18 años antes de que nazca (o sea, pensar las cosas con tiempo y eso).
Así que, entre otras cosas, tenemos que nuestros futuros hijitos serán 2, niño y niña (al menos, ese es el plan mientras la genética no nos juegue una mala pasada). Les enseñaremos buenos modales, aunque estoy dispuesta a hacer una excepción con lo de sopar el pan en el té o la leche (me parece una malísima costumbre, pero mi sufrido novio y su mamá lo hacen y tendría muchos problemas de contradicciones con eso), además de kung fu (si lo aprendemos), taekwondo (mi sufrido novio vuelve a entrenar), piano, y canto lírico. O sea, tendremos niños artísticamente...violentos (uno de los dos podría ser "El Tenor asesino").
Y, claro, pensamos en los nombres. Glorfindel Eufronio lo habíamos decidido hace tiempo, así que sólo nos quedaba el nombre de nuestra pequeña princesa. Quedamos en que se llamará Florinda Aredhel, pero de cariño le diremos Eulalia.
No saben las ganas que tengo de que esos niños nazcan :P