Poner cera...quitar cera...

Por favor, hoy no me hablen de fútbol. A pesar de las predicciones del pulpo, que probó ser realmente infalible (¿alguien quiere paella de pulpo?), tenía esperanzas en que Holanda lograría ganar esta Final, algo de que la tercera es la vencida y esas cosas. Al parecer, el pulpo es más poderoso en lo que se refiere a cábalas y demás, porque España ganó el partido por (redoble, por favor) 1-0, y en el alargue además. Lástima por los holandeses que jugaron bien, duro (pobres las piernas de los españoles) pero bien. Les dejo acá los resultados finales de los premios y eso (aunque no crean, hay más premios además de la Copa), la depresión no me permite comentar más sobre fútbol.
Dado mis lastimoso estado anímico, mi sufrido novio decidió animarme por el segundo mejor método (el primero son los chocolates, por si alguien se lo pregunta): cine. Nos largamos a ver "The Karate Kid", una película que me daba mucha curiosidad, en gran parte porque me encantaban las películas antiguas con el Sr. Miyagi y Daniel-san.
Lógicamente, hay varias diferencias con las versiones anteriores y esta nueva película, como que, para empezar, el niño no aprende karate, si no kung-fu (que me pareció muy mono,las artes marciales chinas son muy elegantes y de mucha agilidad), y si les gustó eso de "poner cera, quitar cera, pintar derecha, pintar izquierda" y esas cosas tan monas, pues váyanse olvidando de ellas y mejor empiecen a practicar con sus chaquetas y un perchero.
Sí, el concepto es viejo y todo lo que quieran, pero la peli me encantó. El niño es demasiado capo y tiene mejores abdominales que muchos adultos que conozco (por no decir todos), y Jackie Chan, como siempre, es fenomenal y todo un maestro de artes marciales. Disfruté la peli de principio a fin y (efecto nada raro en mí) ahora quiero aprender kung-fu!

p.d. Que diga que quiera algo, no es señal de que lo haré. Probablemente, en cuanto alguien me empuje mandaré el kung fu al cuerno.