"El Profeta" v. 3.0!

Hace unos meses, como conté en algún momento (estoy segura que lo hice) em nombraron nueva editora de "El Profeta" del Club Harry Potter Cochabamba. No puedo decir que fue inesperado, porque dadas las circunstancias en que quedó nuestro veintiúnico medio de comunicación mágico, y el hecho de que mi sufrido novio vive más que ocupado con su Maestría (gracias a Merlín que ya sólo le quedan dos clases!), yo era la opción más "segura".
Desde ese día hasta hace dos semanas, "El Profeta" siguió en paro debido a la falta de personal (entre dositos no más no se puede hacer algo medio decente). Después se incorporaron algunas personas al equipo y...hoy hicimos el relanzamiento del periódico. Salió bellísimo! Bien ordenadito, a full color (aunque correteamos porque a la impresora va y se le acaba la pinche tinta negra), con secciones nuevas. Estoy muy feliz con el nuevo equipo, todos estuvieron puntualitos para entregar sus partes (esperemos que sigan así o tendré que empezar a repartir reglazos en las manos).
La otra parte positiva es que, a pesar del tiempo sin nuevas publicaciones, no hemos perdido público. De los 15 ejemplares que preparamos, quedó solo uno (uno de los que salió medio mal cuando se acabó la estúpida tinta) e incluso ese lo tenemos "vendido" a la Jefa de Gryffindor, Silvana, que no pudo ir a la reunión de hoy. Es un gran logro.
Para que curioseen, les dejo mi artículo de hoy de "Detrás de la Historia" (aunque, por motivos de espacio y diagramación, se vio reducido a más o menos la mitad de su antigua extensión). Enjoy it!

DETRÁS DE LA HISTORIA

A veces lo que brilla es oro leprechaun…

Hoy: Bellatrix Lestrange

Melina Zurita (ahora Black también)
Editora de "El Profeta" v. 3.0
Jefa de Ravenclaw
Presidenta de la Asociación para Historiadores y Chismógrafos del Pasado Mágico
Miembro Honorario de la A.A.C.E.C. (Asociación de Amantes de Crucigramas Extra Complicados)
Jefa de Brujas de la Sociedad de Videntes Alternativos - Filial Cochabamba
Capitana del C.C.C.Q. (Club de Coleccionistas de Cromos de Quidditch)

Nada hay más fascinante que un malvado conocido, de esos que hacen temblar el mundo con sus perversos actos. Pero ¿que sería un malvado que se respete sin leales sirivientes…seguidores? Y como ya nos hemos referido a Voldemort, es necesario hablar también de la famosa (loca) mortífaga Bellatrix Lestrange.

Su vida, desde su nacimiento en la famosa (por la cantidad de pirados que salieron de ahí) familia Black, hasta su muerte a manos de Molly Weasley (que parecía tan buenita) durante la Batalla de Hogwarts, es de todos conocida, así como el reguero de víctimas que dejaba a su paso (o, como le decía ella, “puntos”: ½ por los llorones, 2 por los que dan batalla, 3 por aurores reconocidos, 5 por miembros de la Orden). Pero, como todo famoso reconocido, tenía cosas que ocultar tras la máscara.

Si bien su escasa cordura era evidente (se le iban las cabras al monte a la pobre…), no todos saben que padecía de un raro trastorno de personalidad múltiple. Al mundo mostraba su faceta de loca asesina malvada de carcajadas siniestras, pero, según sus allegados, sus otras personalidades incluían a Caperucita Roja (iba por las guaridas secretas brincando como conejito, creyendo que los demás eran animalitos del bosque, y cantando “quién teme al lobo feroz”), a una soprano lírica de ópera (sus chillidos le arrancaban lágrimas de desesperación hasta a Voldemort, que pedía a gritos que alguien la insonorice), y a cierta cantante muggle llamada Gloria Trevi (muchos aseguran que era su mejor lado: animaba todas las fiestas mortífagas subida a una mesa gritando algo de su pelo suelto).

Le costó mucho aprender a controlar semejante desbarajuste de personalidades, en especial tras los años en Azkaban (los dementores estaban tan hartos de sus griteríos, que plantearon al Ministerio liberarla por “mala” conducta). Si deseaba mantener su reputación de implacable ante la sociedad mágica, debía dejar de dar conciertos de ópera en medio de un ataque sorpresa, conjurar canastitas en medio de sesiones de tortura, o agitar su (erizada) melena en plena retirada con bajas.

Afortunadamente (para ella, no para los demás), Voldemort la sometió a una terapia de choque, consistente en darle sus víctimas a otro mortífago cada vez que caía en uno de sus lapsus. Evidentemente, la terapia fue un éxito.