Waka-waka, Biotronic y Aniversarios

Un aniversario más y, para variar (oh! qué cosa tan rara), mi sufrido novio y yo hacemos cualquier cosa menos algo normal (lo normal es aburrido, pero unas flores y chocolates a veces son graciosamente refrescantes). El itinerario de hoy consistió en un larga caminata por la Cancha (algo así como un graaaaaaaaaaaaaan mercado/centro comercial) preguntando los precios de un Nintendo Wii (que, por cierto, están carísimos...maldita ley de oferta y demanda).
En la noche, se supone que haríamos algo más normal, como comer (sí lo hicimos) y charlar como gente cuerda (para nada). Pero no, como gente poco cuerda que somos acabamos jugando los jueguitos esos del Facebook.
Empezamos como el Waka-waka, un jueguito que es igualito al buen Pack-man de antaño (así se escribe, no?) y que me trae recuerdos de mi lejana infancia, en los que jugaba eso en la computadora de la oficina de mi papá (en las épocas en que una computadora era casi un artefacto extraterrestre, o sea, hace unos 15 añotes). En relación a eso, el Waka-waka me trae otro recuerdo de mi lejana infancia: era un asco para el jueguito ese, con suerte pasaba del primer nivel. Al parecer, mis reflejos no han mejorado con los años, así que también soy un asco para esta nueva versión aumentada y corregida.
En vista de mis asquerosos resultados (lo más lejos que llegué fue a categoría Mamut...y eso no es bueno), me pasé a otro jueguito del Facebook.

Se llama Biotronic y, básicamente, se trata de alinear las figuritas iguales en líneas de tres. Más ciencia no es, pero igual soy un asco, aunque no tanto como en el Waka-waka (eso es insuperable). En un chispazo de inspiración y buena suerte (como siempre que gano en algo, fue por chankaka), me mandé 49 mil y algo puntitos, dejando atrás por mucho a mi sufrido novio (al fin soy mejor en algo) y a mi buena amiga Marce (por los pelos).
Y ahí nos quedamos lo que nos quedaba de la noche, lo que siginifica que, al final, yo estaba por trepar una pared. ¿Cuál es la moraleja de esta historia? Nunca digan que quieren jugar algo en lo que son completamente inútiles mientras su sufrido novio es un As, porque se quedarán ahí mucho rato y, encima, se perderán una Profecía.