Entre mis múltiples habilidades y títulos se encuentra el de Maestra Jedi (juas! de veras, hoy sí se me fue la cabra al monte...) con joven Padawan incluída. Lastimosamente, por mucho tiempo he andado desarmada (como Jedi, porque después no me desprendo de mi varita), pero esa situación ha terminado hoy!Sí, señoras y señores de la República Galáctica, esta Maestra Jedi tiene un sable láser como Dios manda, o como la Fuerza manda, o como quién sea que esté al mando. A su derecha pueden contemplar un modelo ideal de mi nueva arma, ideal digo porque tienen que quitarle el brillo metálico, y las líneas armónicas, añadirle algunos raspones y hacerse a la idea de que no es láser-láser precisamente, si no que es de plástico con un foco adentro y hay que sacudirlo (enérgicamente) para que salga la parte interesante.
Okas, admito que así descrito no es una gran maravilla, pero es MÍO! MÍO! raspones, foco, plástico y todo. Y, comprendanme un poquito, es mi primer sable laser (que me vengo a enterar que es igualito al primer sable láser del gran Maestro Obi-Wan Kenobi).
¿Qué puedo decir? Soy una adicta a Star Wars (casi tanto como a Harry Potter...CASI) y admiradora de los Caballeros Jedi, y ahora iré por la vida dando vueltas con mi espadita de foco.
Ah! y mientras doy vueltas por la vida blandiendo mi espadita de foco, pueden estar seguros de que estaré divirtiéndome mientras los demás me miran calculando que talla de camisa de fuerza me vendría bien. Mi sueño hecho realidad, sin duda...
p.d. Que quede registrado en las actas que no soy la única loca con un sable láser por estos lares. Mi sufrido novio también se compró uno, más chiquito pero más duro. Eso significa que es el momento de LUCHAR! SÍ!!
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