viernes, 16 de enero de 2009

Aniversarios y aniversarios

16...cualquiera de los (tres) fieles seguidores de esta página de tonterías ya habrán caído en cuenta de que hoy es un nuevo aniversario de la relación que llevamos adelante con mi sufrido novio. Antes ya había comentado lo de nuestros aniversarios raros, de esos que se salen absolutamente de lo normal, clásico y, digamos, "romántico" (de esos en los que paseas por un parque mientras los pajaritos cantan a tu alrededor y las flores se abren a tu paso...al mejos estilo Disney Princesas).
Lo de hoy fue entretenido, divertido, educativo, fuera de lo común y, por ende (anda, cada día hablo más bonito, esto ya parecen mis trabajos de la U) RARO con todas las letras. Empecé el día en mi cama (o sea, donde siempre) mientras tenía uno de esos mis ultimamente bizarrísimos y retorcidos sueños (que no describiré por el bien del nivel de azúcar de mis leales lectores) y, de paso, estaba recontra tarde para la hora en que quedé de verme con mi sufrido novio para volver a ser la leal ayudante sin cargo de las charlas de la Maestría.
Así pues, tuve que dejar mi cunita, alistarme a las volandas y salir corriendo (bueno, corriendo como se dice corriendo no, tomé un taxi) a la U a la charla de la Dra. Margarida Krohling sobre Comunicación Organizacional y Nuevas Tecnologías (oh, qué tema tan profundo!). La charla fue en portugués, y esta humilde servidora sólo sabe castellano e inglés (o algo así), pedazos de italiano y plabras sueltas de francés y quechua, pero de portugués ni un cuerno. Pero hoy comprobé que se entiende fácilemente como cualquier lengua latina, incluso tomé apuntes de la conferencia.
DEspués de eso, nos fuimos a almorzar y (no casualmente) caímos donde estaban almorzando la Dra. Krohling y la encargada de la Maestría...y como mi sufrido novio es el becario de la Maestría, pues acabamos almorzando todos juntos. Y yo que creía que el sumum de lo raro era acabar cenando en el mismo restaurant que los docentes de un congreso...
A continución (y después de una hora viendo como todos hablaban de noticias y teorías) nos fuimos al Correo a caminar, y esa fue la parte más normal del día...aunque como estaba con mis botas de tacón y con una chompa de cuello alto y el estúpido clima mejoraba, pues me asaba y estaba cansada.
Y...esito sería, porque las obligaciones y el trabajo y esas pavadas reclamaban a mi sufrido novio y pues cada quién tuvo que volar por su lado. Raro, eh? Él dice que si no hubiera nada raro en nuestros aniversarios, se aburriría y, aunque diga lo contrario, es divertido uno de esos aniversarios con cosas tan salidas de lugar que puedes logras recordarlo por mucho tiempo.

2 comentarios:

Buscando la hora 25 dijo...

Viéndolo de una manera poética tener algo raro es tener algo especial, aunque también puede querer decir que se tiene algo espantosamente diferente a lo que el resto tiene.
Pero bueno en definitiva fue un día poco común.

Meli dijo...

Demasiado poco común...que tal si para la siguiente hacemos algo más tranquilo y traidicional? De todas formas, te amo mucho.