domingo, 11 de enero de 2009

Deportes extremos y jugadoras pésimas

Hace unas cuantas entradas mencioné que las reuniones del Club suelen terminar con todos alrededor de la mesa de hockey y esquivando discos. Hoy y ayer tuvimos sesiones intensivas de este deporte extremo, y es que de veras en nuestras manos se vuelve de alto riesgo: el disco sale volando en todas direcciones, golpea a la gente del público y más allá y varias veces a terminado de otro juego.
Además de por el obvio motivo del riesgo en que ponemos a todo el mundo en un radio de 3 metros, hemos provocado varios odios con toda seguridad por el hecho de que nos acomodamos a la mesa y no hay quién nos saque como en dos horas por lo bajo. El método antiguo de "apropiación de la mesa" consistía en todos rodeando la mesa, dos jugando como si se estuvieran apostando la vida, y uno con todas las monedas alineadas y listas para ponerlas en cuanto se acaba un partido. Recientemente hemos descubierto que si le pones varias monedas de una, la máquina sigue funcionando después de que se acaba el partido...así que ayer y hoy le metíamos como diez o más monedas a la mesa y jugábamos horas, incluso el contador se enloquecía y nos daba juegos gratis.
Ver a todo el club tratando de cometer o evitar cometer un asesinato con objeto contundente alias disco de hockey es de lo más divertido. Lo que no se me hace tan divertido es jugar, y es qeue pasa que esta "humilde servidora" es una completa inutilidad en el jueguito en cuestión (padezco de falta de coordinación mano-ojo), dicen que la gente zurda es muy buena en estos juego porque marea a los diestros con un estilo al revés, o es muy mala por lo mismo...me incluyo en el grupo de los que son muy malos. Milagrosamente, ayer mi musa andaba cerca y no lo hice tan mal como de costumbre, de hecho me entusiasmé tanto que me hice un moretón en la muñeca.
Lastimosamente, hoy mi musa parecía haberse ido de paseo (otra vez, mis musas son muy vagas para lo que sea) y jugué peor que un costal de estiércol (o sea, asquerosamente mal, desastrosamente mal, olímpicamente mal....quedó clara la idea?) y pues cuando juego mal me pongo de mal humor... EStá visto que la única manera en que puedo ganar un partido en el hockey de mesa es en la modalidad Parejas, patentada por el club, en que la mayor parte del trabajo la hace mi sufrido novio. Yo tengo el deber de dejar que nos metan goles para subirle la moral a lo adversarios. Un asco.

2 comentarios:

Buscando la hora 25 dijo...

Deporte extremo!!!, quién iba a imaginar que el Airhockey podría considerarse así. pero toda la narración demuestra que motivos para ello no faltan.

Meli dijo...

Considerando que buena parte de los accidentes con discos voladores suceden cuando tú estás en la mesa pues.... :P